miércoles, 24 de marzo de 2021

jueves, 11 de marzo de 2021


Entrevista a habitantes de Villarrobledo para conocer su opinión sobre la desigualdad que perciben en su entorno más cercano y su conocimiento sobre el Feminismo. Pincha en el enlace para acceder a ella:

              Qué es el feminismo y otras cuestiones


Realizado por Alba Alarcón Haro y María Luján Invernizzi. 2ª Bach.

domingo, 7 de marzo de 2021




 

¿QUÉ COÑO ESTÁ PASANDO?

La capa de superwoman no vuela, y es que cuando una sociedad entera te hace sentir que no puedes, volar con los bolsillos llenos de piedras cuesta, y también asusta. Porque por mucho que quieran hacerte creer lo contrario, el feminismo no es una invención del capitalismo; así que basta ya de finales felices y de comer perdices y pongamos los puntos sobre las íes.

“Hace diez años habría dicho que no soy feminista”, y es que al igual que Ana Patricia Botín, probablemente ninguna lo habríamos admitido, porque es necesario reconocer que eres machista para poder cambiarlo. Mentiras, pánico, desigualdad, maltrato,  y un sinfín de palabras que han roto ese agujero negro llamado opresión, que han tirado al fondo del mar los zapatos de cristal, porque ya no son princesas, sino guerreras, mujeres que no necesitan ser salvadas, sino no necesitar salvarse. El feminismo no busca la primacía de la mujer sobre el hombre, busca la igualdad, porque al fin y al cabo, pertenecemos a la misma especie, merecemos la misma libertad y tenemos la misma meta.

Poco a poco, vamos desmantelando el gran tabú de la violencia de género. Los datos hablan por sí solos, de las 62 mujeres asesinadas en 2015, sólo 14 de ellas habían denunciado con anterioridad. Los datos del Informe de la Fiscalía General del Estado de 2016 revelan que durante 2015 de las 129.292 denuncias por violencia de género, tan solo un 0,0015% eran falsas. Dejemos de excusarlos, dejemos de intentar creer que las personas cambian, dejemos de dar oportunidades y actuemos, porque a pesar de la lucha, el maltrato todavía está ahí, porque siguen muriendo demasiadas mujeres a manos de sus parejas, aunque mejor dicho, siguen siendo asesinadas.

Cada vez somos más fuertes y vamos abriendo grietas en ese gran techo de cristal que nos desnivela económica y laboralmente, sobre todo en el ámbito privado, donde las mujeres llegan a cobrar hasta un 24% menos que los hombres. Cuando te dicen que tener un hijo te cambia la vida, no esperas tener que dejar de lado todo aquello por lo que has estudiado y luchado con uñas y dientes. Una pregunta frecuente en las entrevistas de trabajo es si tienes pensado tener hijos, porque ya se sabe, el 85% de los despidos por causas de maternidad son mujeres.

¿Hasta qué punto tienes el control de tu cuerpo? ¿Lo vendes porque quieres o por necesidad? Tenemos el control de nuestros actos, de nuestras elecciones en la vida y de los caminos que tomamos, o eso dicen. Pero sin embargo, si le preguntas a cualquier mujer que ejerce la prostitución, pocas de ellas lo han elegido por gusto. No es agradable sentirse un objeto, sentir que todo el mundo tiene poder sobre ti, ser un mero entretenimiento sexual del que tú ni siquiera disfrutas, recibiendo insultos, e incluso agresiones que llegas a normalizar. Y no nos engañemos, la industria pornográfica no está tan lejos de este mundo.

Dejemos de mirar para otro lado, porque la marea está bajando y eso solo significa que las olas vienen cada vez con más fuerza. Se acabó, esto se ha convertido en un grito colectivo que se está colando en lo más profundo del sistema para revolucionarlo todo. Porque el futuro será feminista o no será.

                                                          

                                                                            TERESA GENTO Y NURIA LOZANO 2º BACH B.


 


 

¿A QUE NO HAY HUEVOS?

La sociedad influye de tal forma en el ser humano que él mismo puede ser la sociedad.

Seguramente todo el mundo haya sido testigo o víctima de tener que actuar en base a unos estereotipos adjudicados a un determinado factor. Una realidad es que el ser humano es un animal social, un ente que necesita ser aceptado por el resto y un personaje superficial.

Podemos afirmar que existen hombres y mujeres, pero no podemos asegurar lo mismo en cuanto a lo femenino y a lo masculino, tan solo que unos y otros tienen un rol que deshacerse de él, y es más complicado de lo que parece. Simone de Beauvoir decía: “Mujer no se nace, se hace”, refiriéndose a que es la sociedad y sus circunstancias lo que hace que una mujer se convierta en tal porque se le atribuye un papel que libremente o no, tiene que desempeñar. Esto no ocurre solo con las mujeres, sino que también se da en hombres.

¿Miento si digo que todos hemos actuado de una forma que no queríamos? Precisamente esto es lo que ocurre con la falsa masculinidad y feminidad porque, en ocasiones, hacemos ciertas cosas por imposición y que están ligadas a lo mencionado anteriormente. “¿A que no hay huevos?”, “Venga, actúa como una señorita”. Estas son algunas frases introductorias a unos estereotipos en los cuales nos vemos encasillados. Puede ser cierto, y esto es una cuestión más complicada de determinar y de afirmar, que los hombres y las mujeres tienen por naturaleza un comportamiento distinto, pero aquí hay que detenernos porque una cosa es nuestra parte natural y otra es nuestro lado cultural. En el primero es lógico que somos distintos puesto que partimos de una morfología distinta e incluso nos diferenciamos en algunas hormonas que influyen directamente en nuestra actitud. El problema se encuentra en lo cultural, porque es en esta faceta donde nos vemos privados de una libertad psicológica, muchas veces sin ser conscientes de ello. Desde mi punto de vista, veo bien que una persona manifieste la condición de ser hombre o mujer, esto es algo que no tiene que molestar a nadie y es un asunto personal e individual. Por el contrario, me repatean la cantidad de comentarios estúpidos que se pueden llegar a hacer relacionados con estos roles y esto como mejor se ve es con ejemplos y situaciones. ¿No hemos estado alguna vez con el grupete de amigos y llega ese momento en el que por alguna razón tenemos que transformarnos en súper hombres y demostrar algo que ni siquiera sabes qué es? Por ejemplo, algo muy tonto y sencillo. Estás caminando con tus colegas y por algún motivo que desconozco te encuentras con un salto de unos dos metros y pico, os paráis a pensar qué hacer porque no hay muchas alternativas y si queréis continuar tenéis que saltar o encontrar la forma de salvar dicho obstáculo.  Bien, posiblemente al que le hayan inculcado más el rol de “hombre” le diga a las chicas del grupo que se plantean saltar que no lo hagan porque se harán daño y este mismo individuo salta para demostrar su ego e impulsado por “¿A que no hay huevos?”. Al margen se encuentran las personas libres de estos roles y que en su “cobardía”, o sensatez, demuestran ser valientes porque actúan de forma contraria a lo que se espera de ellos. Con este ejemplo quiero escenificar lo que sería la sociedad de hoy en día, puesto que, en cuanto a los estereotipos, hay personas más o menos influenciables y posiblemente las personas libres, en este sentido, hayan recibido una educación que no les priva de libertad para deshacerse del trágico destino de ser un “caballero” o una “señorita”, por supuesto dichas las palabras entre comillas con tono sarcástico. Por tanto, las tornas deberían cambiar y deberíamos responder a estos estereotipos de la siguiente forma. ¿A que no hay huevos de actuar libremente, de desarrollar una personalidad propia, de ir en contra de la corriente de opiniones de la gente? ¿O es que acaso tenemos miedo de parecer débiles al verse quebrado ese halo de masculinidad que en realidad es débil? Fuerte es la masculinidad que uno lleva por dentro por el simple hecho de ser hombre, de igual modo con la feminidad de las mujeres, y que hace absolutamente lo que les da la gana sin que nadie las pare.

Para concluir, como siempre el camino correcto es una buena educación con principios de libertad, pero libertad de verdad, no de la que se pide sin haber un motivo muy vistoso, justicia y, sobre todo, respeto. Importante no olvidarte nunca quién eres, de tus valores y pensamientos, de tu moral y ética que te lleva a actuar y hablar de una forma con la que tú te sientes cómodo y tranquilo porque hay que tener muy claros los conceptos de individuo y sociedad, ya que son cosas totalmente distintas que a veces se contraponen.

                                                                                             Juan Francisco López Rojo. 2º Bach. A


 

GLOSARIO FEMINISTA

Lista de términos y sus definiciones para adentrarse en la lucha feminista

 Androcentrismo: hace referencia a la visión del mundo que sitúa al hombre como el centro de todas las cosas. Esta idea se basa en la afirmación de que la concepción masculina es la única y universal para toda la humanidad.

Brecha de género: la brecha laboral o de género es la diferencia que existe entre los ingresos de una mujer y un hombre que realizan un mismo trabajo.

Ciberfeminismo: Defiende que las mujeres deben hacer uso de las nuevas tecnologías. Se ocupa del vínculo entre mujeres y tecnologías de la información. Se parte de la invisibilidad de las mujeres en el mundo tecnológico y científico. Las feministas presentes en el ciberespacio han creado redes orientadas a resolver los problemas de las mujeres. Esta rama surgió en los años noventa.

Corresponsabilidad: es el reparto equitativo de las tareas y responsabilidades familiares y domésticas entre hombres y mujeres, con el fin de distribuir de manera justa los tiempos que se deben llevar a cabo en estas ocupaciones.

Cosificación: acción de cosificar, es decir, reducir a la condición de “cosa” a una persona. La más extendida es la cosificación sexual, aquella que ocurre cuando una persona es reducida a sus atributos físicos y es vista como un objeto sexual.

Deconstrucción: en relación al feminismo, se trata de la descomposición y análisis de realidades y categorías con el fin de cuestionar los valores tradicionales e impuestos. Esta definición es defendida por Judith Butler, que alega que deconstruir no es solo derribar, sino también construir desplazando los conceptos universales y conservadores.

Ecofeminismo. Cuestiona el papel que tiene el sistema en el que vivimos y su forma que afecta al medioambiente y a las mujeres. Esta corriente surgió a mediados de los años sesenta cuando la segunda ola feminista comenzó a tener un papel activo en la sociedad y en la defensa del medio ambiente. Esta rama tiene como objetivo salvar al planeta, valorar la naturaleza, a la mujer y generar acciones en su beneficio.

Empoderamiento: en el Feminismo, adquisición de poder e independencia de las mujeres respecto a los hombres, con el fin de mejorar su situación de desigualdad.

Estereotipo: los estereotipos de género definen el rol de una persona en función de su género y, con ello, están estableciendo las metas y expectativas sociales tanto del hombre como de la mujer.

Feminicidio: este término hace referencia al asesinato que produce la muerte de una mujer por el simple hecho de ser mujer. En el año 2020 en España se registraron 83 feminicidios, y en lo que llevamos de 2021 ya ha habido 11 únicamente en España. Estos datos se pueden consultar en la web www.feminicidio.net.

Feminismo: según la RAE, el Feminismo es definido como “el principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre así como el movimiento que lucha por la realización efectiva en todos los órdenes del feminismo”. Este concepto nació en Francia en el siglo XIX y hay diferentes ramas que se han desarrollado dentro del Feminismo.

Feminismo radical: Es el movimiento que goza de mayor popularidad, y está relacionado directamente con una serie de valores, como se puede inferir del manifiesto de la huelga feminista convocada con motivo del Día Internacional de la Mujer (8M): anticapitalismo, marxismo, ecologismo, animilitarismo, pacifismo, antirracismo y antiliberalismo. Este movimiento sería partidario de destruir el sistema social actual, que sería desigual, basado en el concepto de ‘patriarcado’. Además, asume que dicha estructura social desigual se cimenta en el género. Para el feminismo radical, el género es una asunción totalmente cultural, y es el fruto de la desigualdad entre ambos sexos. No obstante, este tipo de feminismo conlleva algunos problemas teóricos difícilmente solventables cuando se revisa la literatura científica al respecto, o la propia antropología-

Feminismo socialista: Podría considerarse una parte del feminismo radical, en el sentido en que sostiene que la mujer sufre una opresión, no solo por parte del denominado ‘patriarcado’, sino por parte del capitalismo; y que, además, ambos están íntimamente relacionados. Pero esta hipótesis tiene serios problemas teóricos: asociar términos como 'patriarcado' y 'capitalismo' no tiene sentido a nivel histórico, dado que desde el momento en que la mujer comienza a relacionarse con los medios de producción del mercado, se produce precisamente la rotura del patriarcado. Otra de las ideas que sostiene este tipo de feminismo es que la mujer es un colectivo como tal, una clase social; una teoría muy influenciada por la lucha de clases de Karl Marx.



Mujer, Negra y Musulmana

 Hijab , lo que para muchos es una simple tela e incluso un trapo, convirtiéndolo en un

símbolo de opresión y disminución del intelecto femenino, para nosotros es un símbolo de

protección, fe, empoderamiento, el cual refleja nuestra identidad. Entonces la pregunta

que todas nos hacemos es: ¿por qué se critica la acción de llevar el hijab, si en el

catolicismo la monja también lleva un velo que cubre su cabeza? Esto es un claro ejemplo

de que se nos juzga por el simple hecho de pertenecer a otra religión, la cual los medios de

comunicación han hecho que se la califique como machista y opresora. Los estereotipos de

esta sociedad hacen que cubrirse esté mal visto y, sin embargo, salir con menos prendas es

símbolo de libertad. Este es un pensamiento erróneo de la sociedad, ya que, tanto cubrirse

como no , refleja el empoderamiento respectivo de cada mujer . Además, es una forma de

evitar que se nos sexualize y prevenir comentarios desagradables de ciertos individuos.

Este es el hecho por el que las mujeres musulmanas llevan el hijab, entre otras cosas.

Personalmente he tenido la oportunidad de poder llevar mi hijab en el momento que he

considerado oportuno, por elección propia, sin que nadie me obligue o fuerce a ello.

Gracias al apoyo de mi familia y amigos me he sentido socialmente aceptada . Debemos

considerar que desgraciadamente no todas las mujeres tienen esa suerte de poder elegir

por mucho que en el islam la obligación esté prohibida.

Todas somos libres de vestirnos y expresarnos cómo creamos conveniente y no estar

continuamente pensando en lo que los demás puedan pensar.

Negra. Me pregunto qué es ser negra... Pues bien, serlo conlleva no ser aceptada

socialmente y tener un sentimiento de inutilidad en esta sociedad. Soy una persona como

todas con un poco más de melanina. Esto hace que se me discrimine y se me humille

constantemente. Creo que la discriminacion en los centros educativos es muy elevada y en

vez de pasar de ello deberíamos afrontar este gran problema y ponerle solución de

inmediato. También, deberíamos introducir a la mujer negra en ámbitos como la escritura,

la moda, etc. ya que hay muy pocos referentes o no se les da la visibilidad que merecen.

Mujer: persona humana continuamente infravalorada, luchadora ante el inmenso

machismo que hay en la sociedad. Durante este tiempo el rol de la mujer ha ido

evolucionando y ya no ha sido visto como ama de casa sino que ya podía ejercer en

trabajos que antes eran considerados que sólo podían hacer los hombres . Poco a poco

vamos consiguiendo la igualdad que tantas ansiamos y por eso, hoy 8 de Marzo, salimos a

manifestarnos con orgullo. Debemos alzar la voz y no callarnos. ¿Sabes por qué? Porque se

nos debe escuchar y tenemos el mismo derecho y merecemos el mismo respeto que los

hombres.

Estos tres motivos hacen que mi vida en este mundo sea en cierta parte una condena por

los continuos insultos y rechazos. Deberíamos concienciar a la sociedad y hacerles ver que

ya sea por tu color de piel, género, orientación sexual o religión debemos ser RESPETADAS

y VALORADAS. De este modo podremos avanzar socialmente unidas.

Fatime Gueye Amar. 2º Bach. A

Ni machista ni feminista

 Cuesta admitir que eres machista y es aún más difícil aceptar que el machismo te acompañará toda la vida. En un momento histórico donde la igualdad lucha por imponerse a la primacía de tan solo la mitad de la humanidad, esta palabra se ha convertido en uno de los mayores tabúes de la sociedad. Pero seamos francos, hemos sido educados en un sistema donde los micromachismos se dicen sin pensar y donde las mujeres todavía son el sexo débil.

“Yo no soy machista ni feminista, yo creo en la igualdad”. Creo que nuestro problema se remonta a los inicios, pero no históricos sino lingüísticos. Debemos aclarar algunos conceptos básicos para que todo empiece a cobrar sentido. Primero de todo, el feminismo no es lo contrario del machismo, es un movimiento que persigue la igualdad de derechos y condiciones entre el hombre y la mujer. Y dicho esto, ¿sigues estando seguro de que no eres feminista y tampoco machista?

“Pero, ¿cómo voy a ser machista yo?, si hasta ayudo a mi mujer en casa”. No sabía que la casa era solo de tu mujer y que tú eres un simple invitado. Tal vez si hay que limpiar, no sea un asunto solo suyo y que ayudar no sea el término adecuado, podríamos sustituirlo por colaborar equitativamente. Porque el manual de la perfecta casada se quedó obsoleto hace mucho tiempo.

“Pero qué exageradas que sois, ¿es que no sabéis lo que es una broma?” Claro que sabemos lo que es una broma, el problema de ellas es que siempre tienen una parte de verdad y eso de putas…Y por mucho que te cueste creerlo, no, hoy no estamos con la regla.

“No, si yo aunque haga bromas machistas, respeto mucho a las mujeres”. Creo que el respeto no se basa solo en palabras amables de vez en cuando, en regalos o en abrirle la puerta a la dama para que salga primero. Es una cuestión de igualdad, de no considerarse un ser superior y de entender que en esta sociedad no solo es importante la opinión de la mitad, porque sin la otra media, el mundo se para.

“Mujer tenía que ser”, “mujer al volante, peligro constante”. Dícese de aquel comentario empleado principalmente en accidentes automovilísticos provocados por mujeres, aunque su uso se puede ampliar para cualquier ámbito tanto laboral como personal. Y sí, mujeres teníamos que ser, mujeres cansadas de comentarios que solo favorecen a ampliar esa desigualdad que quieren hacernos creer que solucionamos hace mucho tiempo y a aumentar los prejuicios de una sociedad donde las apariencias lo son todo.

Porque si lo que queréis es guerra, vamos a pelear como niñas.

 

                                                                       Nuria Lozano Lozano y Teresa Gento Padilla 2º Bach B


MÚSICA, CON “M” DE MUJER

 Desde hace siglos, el ser humano ha buscado consuelo en la música. Para alabar a un dios, para expresar sus más íntimos sentimientos o para vivir de ella. Como ABBA dijo en una de sus canciones: “¿Qué somos sin una canción o sin un baile?”, frase que describe con exactitud la importancia de la música en nuestras vidas.

Al ser pianista desde los ocho, mi conocimiento sobre la música clásica es amplio; pero mi edad, mis gustos, y la música que he escuchado desde pequeña, me han permitido abrir el abanico de “playlists” y conocer otros tipos de música más actuales.

En todos ellos, el papel de la mujer es fundamental y evidente.

 Las alabanzas al papel femenino están presentes en la música, usada casi siempre para conquistar y enamorar. En la música clásica, se componían piezas preciosas, duetos de violín o piezas para piano y casi todas ellas dedicadas a una mujer, a una enamorada. Además, la música era utilizada como base para recitales de poesía, otro arte cuyo fin solía ser elogiar a la mujer en todos sus atributos, viéndola como a una diosa o una musa.                                        

Actualmente, en casi todas las canciones contemporáneas, el papel de la mujer se ha degradado. Las letras de los poemas han pasado a ser aberraciones que solo hablan de la mujer como un objeto sexual, que “se abre de piernas” y que se deja hacer de todo, siendo así, sumisa. Y esto no solo se observa en las letras de las canciones, también en los videoclips, en los que la mujer; además de cumplir con los cánones de belleza, porque si no, ni siquiera aparecería en el video; ofrece su cuerpo con el único fin de llamar la atención del público masculino. Baila, pero bajo la merced del hombre que le sujeta las caderas. Y esto, lo ven miles e incluso millones de niños y niñas, que copian estos comportamientos y hacen lo que las letras dicen, como si se tratara de un mantra.

 Bajo mi trayectoria como músico y pianista, jamás había reparado en que no había piezas escritas por compositoras de música clásica. Beethoven, Mozart, Chopin… pero entre ellos, ninguna mujer; y hay muchos siglos de este tipo de música. En comparación con este número tan bajo o casi inexistente, la música actual sí que me lleva a pensar en grandes compositoras, cantantes y artistas que no solo triunfan y tienen éxito por su voz y sus letras; sino que utilizan toda su popularidad y la influencia que tienen para reivindicar el papel de la mujer. Adele nos ha demostrado que, aún no estando entre los cánones de belleza femenina, su mayor éxito no ha sido “bajar de peso”. Meghan Trainor y su canción “No!” reivindica el famoso lema “No es no” y nos lo recuerda, tanto a chicos como a chicas. Jennifer Lopez grita al mundo y a todos los hombres que no somos las madres de nadie y Rozalén abre la puerta a una esperanza violeta.

 Sin duda, la música es una herramienta para unir, para amar, reivindicar, para alzar la voz ante las injusticias; pero no para humillar a la mitad del mundo, para degradar sexualmente o para oprimir. El ser humano que la utilice para eso, se debería quedar sordo.

Cari Huerta Simón , 2º Bach. B

ECOFEMINISMO: MUJER Y NATURALEZA VAN DE LA MANO




El ecofeminismo es la corriente del feminismo que integra la temática ecologista.En ella se denuncia la relación paralela que existe entre la explotación de la naturaleza y la opresión de la mujer por parte de la sociedad patriarcal. El término es creado por Françoise d'Eaubonne, feminista y escritora francesa, en 1974 y se desarrolla mayoritariamente en Estados Unidos en el último tercio del siglo XX.

Surge a partir del pensamiento feminista y las preocupaciones ecologistas que tuvieron su encuentro en los años 70, al analizar desde perspectivas confluyentes el problema de la superpoblación mundial puesto que piensan que si la mujer hubiese tenido poder de decisión. En sus teorías se aspira a una sociedad en la que las mujeres viven sin opresión, lo que implica la construcción de una sociedad ecológica y sin jerarquías, con democracia interna y en la que se da más importancia al uso de tecnologías más respetuosas con el medio ambiente. 

Repasemos un poco la historia de este movimiento:

En 1973, en el norte de la India las mujeres del Movimiento Chipko lograron proteger los bosques comunales abrazándose a los árboles en un acto de protesta pacífica que impedía su tala. Estas mujeres demostraron el valor del medio ambiente y lo defendieron en nombre del principio femenino de la naturaleza. En 1977, Wangari Maathai creó en Kenia (África) el Movimiento del Cinturón Verde , un programa para prevenir la desertificación alrededor de los pueblos logrando plantar más de 50 millones de árboles. Al mismo tiempo dio trabajo a mujeres pobres.

En Estados Unidos el ecofeminismo se dividió en dos corrientes: el feminismo radical: cultural y espiritual, el cual resaltaba la similitud "natural" de las mujeres con la naturaleza. Por otro lado el que se orientaba hacia perspectivas políticas más sociales derivadas del socialismo y el marxismo. En 1978, la activista ambientalista Lois Gibbs lideró las protestas tras descubrir que su barrio Love Canal había sido construido sobre un vertedero tóxico. Logró que el gobierno llevara a cabo la evacuación y realojamiento de cerca de 800 familias.

En España fue Alicia Puleo, filósofa ecofeminista,es quien plantea un ecofeminismo no esencialista que permitirá avanzar en todos los aspectos hacia una convivencia de respeto y justicia hacia la naturaleza. En Australia Ariel Kay Salleh y Val Plumwood establecieron un diálogo crítico con la ecología social y la ecología profunda.

Avances hasta la actualidad:

En los años 90 el ecofeminismo da un giro de corte constructivista, que al contrario que el esencialista que entendía que las mujeres se acercaban más a la naturaleza por su predisposición biológica, este entiende que nada acerca más a las mujeres con la naturaleza que su puesto en la historia. Además, explora otros movimientos de liberación y justicia social desde un punto de vista feminista como la relación entre género, raza, clases, naturaleza, especies y colonialismo.

MÁS MUJERES A DESTACAR

En América Latina destaca la teóloga Ivone Gebara desarrolla su obra ecofeminista desde la Teología de la Liberación.

Susan Griffin su obra es Women and nature: The Roaring Inside Her, con un poder que invita a las mujeres a recuperar el contacto perdido con la naturaleza.

Yayo Herrero es antropóloga, ingeniera, profesora y activista ecofeminista española y es una de las mujeres más influyente a nivel europeo. Una obra a destacar es “La vida en el centro. Voces y relatos ecofeministas”.Podemos seguirla a través de las redes sociales donde difunde ,en conferencias y  artículos ,la teoría ecofeminista con ideas como la siguiente:

"Los ecofeminismos iluminan funciones, trabajos y a personas habitualmente invisibilizadas y subordinadas, y señalan la necesidad de otorgarles valor y prioridad si queremos aspirar a que la vida humana pueda mantenerse tal y como la conocemos.“


Fátima Munera Gabaldón .Ana Belén Richart Melgarejo. 4º ESO B