domingo, 7 de marzo de 2021

¿QUÉ COÑO ESTÁ PASANDO?

La capa de superwoman no vuela, y es que cuando una sociedad entera te hace sentir que no puedes, volar con los bolsillos llenos de piedras cuesta, y también asusta. Porque por mucho que quieran hacerte creer lo contrario, el feminismo no es una invención del capitalismo; así que basta ya de finales felices y de comer perdices y pongamos los puntos sobre las íes.

“Hace diez años habría dicho que no soy feminista”, y es que al igual que Ana Patricia Botín, probablemente ninguna lo habríamos admitido, porque es necesario reconocer que eres machista para poder cambiarlo. Mentiras, pánico, desigualdad, maltrato,  y un sinfín de palabras que han roto ese agujero negro llamado opresión, que han tirado al fondo del mar los zapatos de cristal, porque ya no son princesas, sino guerreras, mujeres que no necesitan ser salvadas, sino no necesitar salvarse. El feminismo no busca la primacía de la mujer sobre el hombre, busca la igualdad, porque al fin y al cabo, pertenecemos a la misma especie, merecemos la misma libertad y tenemos la misma meta.

Poco a poco, vamos desmantelando el gran tabú de la violencia de género. Los datos hablan por sí solos, de las 62 mujeres asesinadas en 2015, sólo 14 de ellas habían denunciado con anterioridad. Los datos del Informe de la Fiscalía General del Estado de 2016 revelan que durante 2015 de las 129.292 denuncias por violencia de género, tan solo un 0,0015% eran falsas. Dejemos de excusarlos, dejemos de intentar creer que las personas cambian, dejemos de dar oportunidades y actuemos, porque a pesar de la lucha, el maltrato todavía está ahí, porque siguen muriendo demasiadas mujeres a manos de sus parejas, aunque mejor dicho, siguen siendo asesinadas.

Cada vez somos más fuertes y vamos abriendo grietas en ese gran techo de cristal que nos desnivela económica y laboralmente, sobre todo en el ámbito privado, donde las mujeres llegan a cobrar hasta un 24% menos que los hombres. Cuando te dicen que tener un hijo te cambia la vida, no esperas tener que dejar de lado todo aquello por lo que has estudiado y luchado con uñas y dientes. Una pregunta frecuente en las entrevistas de trabajo es si tienes pensado tener hijos, porque ya se sabe, el 85% de los despidos por causas de maternidad son mujeres.

¿Hasta qué punto tienes el control de tu cuerpo? ¿Lo vendes porque quieres o por necesidad? Tenemos el control de nuestros actos, de nuestras elecciones en la vida y de los caminos que tomamos, o eso dicen. Pero sin embargo, si le preguntas a cualquier mujer que ejerce la prostitución, pocas de ellas lo han elegido por gusto. No es agradable sentirse un objeto, sentir que todo el mundo tiene poder sobre ti, ser un mero entretenimiento sexual del que tú ni siquiera disfrutas, recibiendo insultos, e incluso agresiones que llegas a normalizar. Y no nos engañemos, la industria pornográfica no está tan lejos de este mundo.

Dejemos de mirar para otro lado, porque la marea está bajando y eso solo significa que las olas vienen cada vez con más fuerza. Se acabó, esto se ha convertido en un grito colectivo que se está colando en lo más profundo del sistema para revolucionarlo todo. Porque el futuro será feminista o no será.

                                                          

                                                                            TERESA GENTO Y NURIA LOZANO 2º BACH B.